1.000.000 de fieles participa de la primera Misa del Papa Francisco «por la Paz y la Justicia» en el Aeropuerto de Ndolo, en Kinsasa, capital de Congo-Kinsasa, el miércoles 1 de febrero, en el segundo día de su visita apostólica al país de África Central, cuyo viaje continuará en Sudán del Sur. La celebración eucarística se realizó entre fuertes medidas de seguridad, al estar el país en guerra. «La paz de Jesús llega con la resurrección, porque antes el Señor tenía que vencer a nuestros enemigos, el pecado y la muerte, y reconciliar al mundo con el Padre», indicó.
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«Ahora, terminadas las distancias entre el cielo y la tierra, entre Dios y el hombre, la paz de Jesús se da a los discípulos. El Señor nos asombra, nos tiende la mano cuando estamos a punto de hundirnos, nos levanta cuando tocamos fondo. Con Jesús el mal nunca prevalece, nunca tiene la última palabra. Cristo es nuestra paz y su paz triunfa. Por eso, los que pertenecemos a Jesús no podemos dejar que prevalezca en nosotros la tristeza, no podemos permitir que crezca la resignación y el fatalismo. Si a nuestro alrededor se respira este clima, que no sea así para nosotros», afirmó.
El Pontífice reflexionó que «En un mundo abatido por la violencia y la guerra, los cristianos hacen como Jesús». «Él, casi insistiendo, repitió a los discípulos: ¡La paz esté con ustedes! (cf. Jn 20,19.21); y nosotros estamos llamados a hacer nuestro y proclamar al mundo este anuncio profético e inesperado de la paz», aseguró el Papa Francisco, en su primera Misa en el país de África Central, de la que participa 1.000.000 de fieles. Además, precisó 3 claves para fomentar la paz: el perdón, la comunidad y la misión.
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